LA HISTORIA NO ES EL PASADO, PORQUE TRANSCURRE HOY .
El Museo Itinerante del Barrio de la Refinería, las Jornadas de Cronistas e Historiadores Barriales y el Museo Virtual están declarados de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Rosario y el Honorable Concejo Municipal.
Personería Jurídica Otorgada por Resolución Nº325 del año 2010.
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domingo, 16 de marzo de 2008

CICLO PERMANENTE DE ENCUENTROS DE HISTORIADORES BARRIALES

Desde el año 2002, se vienen realizando encuentros cada dos meses, en el centro Cultural Cine Lumiere, destinado a homenajear, rescatar y colaborar con los recopiladores, historiadores, aficionados a la historia y amigos de los barrios de Rosario a través de documentos elaborados por los mismos.
Esta actividad está regida por un concepto clave: contar la historia colectiva es saludable. La calidad de vida de la gente mejora cuando cuenta las cosas que le gusta contar. Esta simple premisa hizo que historiadores de los diferentes barrios, recopiladores y cronistas, expusieran sobre los barrios Pichincha, Azcuénaga, Saladillo, Sorrento, Refinería, Belgrano, Parque, Triángulo, San Francisquito, Parque Field, Arroyito, Talleres y Barrio Inglés.
Faltan algunos aún, que esperan su turno...
También han expuesto los "especialistas" en diferentes temáticas: el trasporte público, el ferrocarril, la radio.
El Museo ha disertado también en estos ciclos, refiriendo a temáticas comunes a todos los barrios: las fotografías antiguas, las costumbres rosarinas, el pasado más profundo, del que no ha quedado huella...
La mayoría de los historiadores y cronistas son gente de barrio, vecinos, gente sencilla.
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Wildemar Bengoechea escribe sobre Barrio Belgrano; Salvador Terrazzino habla por Refinería; Amador Salinas, con sus 95 años, de Barrio san Francisquito. Luis Meriggi ha escrito sobre Barrio Industrial, Roberto Wersio admira profundamente el Pichincha de su niñez, donde aún vive. Francisco Granados describe a Barrio Azcuénaga, donde siempre ha participado; Nora Laborde es de Saladillo: desde allí narra sus historias y Chela Pazos investiga sobre Arroyito y Parque Field (además de preparar excelentes empanadas). Miguel Milano sabe de tango, y además de bailarlo, de Alberdi y de Barrio Triángulo, donde nació. No todos son veteranos en la historia: Un grupo de chicas, llamado "Historia con minúsculas" se ha especializado en Sorrento. Enzo Casá se ha especializado en la temática ferroviaria y obrera; Pablo Suárez sobre el fútbol. La poesía barrial es de Eduado Píccolo, con su estilo inconfundible.
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La idea es seguir reuniendo a los vecinos que cuentan su historia, que es la de muchos, ellos han reunido, pacientemente, datos, fotos, historias, anécdotas, crónicas, fechas, costumbres.
Las próximas reuniones, antes que para hablar de historia, son para hablar de las cosas que nos juntan. Ese capital social - la amistad, el encuentro, el espacio compartido - es el más valioso objeto del museo. Más allá de la nostalgia, los historiadores barriales saben que es un material valioso para todos los rosarinos. Por eso siguen. Por eso seguimos.