Se inauguró el viernes 26 de febrero, y con motivo del aniversario de la creación de la Bandera Nacional, la Sala del Patrimonio Escultórico del Instituto de la Tradición Martín Fierro.
Dicho Instituto, siempre dedicado a la difusiòn y transmisiòn de las tradiciones criollas, camperas y gauchas, está ubicado en Laprida 1419. El Instituto cuenta con un interesante grupo de bustos y torsos, representando próceres y figuras de tradición gauchesca, propios de este tipo de asociación.
Convocado por el Instituto, el Museo Itinerante del Barrio de la Refinería mediante uno de sus integrantes, el arq. Conservador de Museos Gustavo Fernetti, asesoró a los miembros de la comisión en la restauración de las obras y su disposición en una galería atractiva para el público visitante.
El Instituto, en dicha inauguración del viernes pasado, entregó al Museo un diploma recordatorio, testimonio del trabajo realizado en forma conjunta.
El Instituto, en dicha inauguración del viernes pasado, entregó al Museo un diploma recordatorio, testimonio del trabajo realizado en forma conjunta.
La velada consistió en la conferencia del Dr. Víctor Nardiello, en una semblanza del proceso de creación de la Bandera, y palabras alusivas del presidente de la Institución, Eduardo Romero.
Luego de inaugurada la sala, y se habilitó la pulpería para comenzar con una peña folklórica con danzas y canto.
El trabajo, cuya duración fue de dos meses aproximadamente, permitió recuperar para una institución un acervo ignorado, ya que varias de estas estatuas estaban ocultas, olvidadas; o bien se encontraban guardadas por su mal estado de conservación. Las obras eran de yeso patinado o bien tallas en maderas duras. Una de las más voluminosas, la del general Güemes, estaba en estado de deterioro avanzado, con saturación de agua, lo que obligó a su limpieza, secado y posterior repintado, ya que la capa pictórica estaba degradada de forma irreversible.
El trabajo, cuya duración fue de dos meses aproximadamente, permitió recuperar para una institución un acervo ignorado, ya que varias de estas estatuas estaban ocultas, olvidadas; o bien se encontraban guardadas por su mal estado de conservación. Las obras eran de yeso patinado o bien tallas en maderas duras. Una de las más voluminosas, la del general Güemes, estaba en estado de deterioro avanzado, con saturación de agua, lo que obligó a su limpieza, secado y posterior repintado, ya que la capa pictórica estaba degradada de forma irreversible.
Varias de estas obras, incluida la de Güemes antes citada, son de autoría de Erminio Blotta, conocido escultor rosarino de amplia trayectoria artística entre 1915 y 1970.
Las obras restantes, menos afectadas, se limpiaron y se repusieron los faltantes de material más extensos, producto de roturas y la antigüedad de las esculturas. Se etiquetaron provisoriamente las esculturas, con nombre y autor, aunque varias de ellas ameritan una investigación posterior más exhaustiva.
Las obras restantes, menos afectadas, se limpiaron y se repusieron los faltantes de material más extensos, producto de roturas y la antigüedad de las esculturas. Se etiquetaron provisoriamente las esculturas, con nombre y autor, aunque varias de ellas ameritan una investigación posterior más exhaustiva.
Finalmente, se ubicaron en peanas (soportes) fijos al muro, a manera de ménsulas, lo que permite una adecuada visión de las mismas sin anular el uso alternativo del salón, apropiado para reuniones numerosas. De esta manera, la Sala Islas Malvinas - nombre original del lugar expositivo - podrá seguir usándose para actividades sociales sin restricciones por su nueva función. la idea era, además, convocar a miembros del Instituto para que reencuentren su patrimonio olvidado, y mantener consolidada la institución en torno a sus bienes más apreciados.
Los trabajos en sí fueron ejecutados por los mismos miembros de la comisión, a los cuales se los instruyó para la ejecución de las delicadas tareas de limpieza, estabilización preventiva de los materiales escultóricos y restauración básica, restando el trabajo de investigación minuciosa y la restauración final, para lo cual se ha pensado convocar a alumnos de la Escuela Superior de Museología, actividad que se comenzará - tentativamente - en mayo de este año.
Las próximas etapas, a definir por el Instituto, consisten en la recuperación de la recreación de una pulpería, la adecuación de una Sala Museo y el rescate de su patrimonio pictórico, particularmente importante para la institución.
Las próximas etapas, a definir por el Instituto, consisten en la recuperación de la recreación de una pulpería, la adecuación de una Sala Museo y el rescate de su patrimonio pictórico, particularmente importante para la institución.
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