LA HISTORIA NO ES EL PASADO, PORQUE TRANSCURRE HOY .
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martes, 5 de enero de 2010

EL ROYAL PARK

A fines de los años 20, y más allá del límite oeste del Barrio Refinería, la Avenida Alberdi comenzaba a perfilarse como un extenso eje de comercios, muy importante.
Varios edificios ya estaban marcando su impronta futura: la Iglesia del Perpetuo Socorro, la panadería La Lucha, la farmacia Rawson, eran lugares que se alternaban con bares y algunos cines. Por los años 30, en Gorriti y Alberdi (hoy una estación de servicio) estaba el bar El Favorito; que era la competencia de El Molino, en la esquina de Juan José Paso. En el actual solar de la Escuela Castelli se ubicaba el salón de baile Numancia. Y en diagonal a la iglesia, enfrente, la Fonda de García preparaba cenas españolísimas.
La secuencia de bares y comercios convertían lentamente a Alberdi en un verdadero shoppping para la época.
Una de estas atracciones era muy particular.
Por los años 30, frente a Perpetuo Socorro, un descampado en la esquina albergaba una feria.

Era denominado Royal Park, y un viejo vecino nos dio algunas pistas de su funcionamiento.
Para la época, el Royal Park se ubicaba casi en un descampado, porque la cuadra de Avenida Alberdi entre French y Carrasco tenía pocos edificio construidos.

Una foto aérea muy borrosa de 1927 deja ver muy poco, apenas algunas casas y un gran predio, luego parcelado y donde luego, en 1937, se construyó el Cine Rex, luego llamado en la década del 50 Cine Opera, foto de abajo a la derecha.
La foto de aquí a la izquierda deja ver claramente el cine, la parroquia y un tapial, detrás de los árboles. La película que se proyectaba, "El Pobre Pérez" de Luis Cesar Amadori, nos da el dato de la fecha: 1937.
Detrás de ese tapial estarían los vestigios del viejo Royal Park, que se supone desaparecido ya por esos años.
El antecedente estaba: el primer cine del predio era al aire libre y funcionaba en el Royal Park; simultáneamente funcionaba el cine Avenida, en Alberdi 630 que abierto en 1920, cerraría en 1932.
El negocio del Royal Park, al parecer era de un tal Cachano o Carchano, que “tercerizaba” los lugares o kioscos a "sub empresas".
En éstos, había varias “suertes” como se decía en la época.

En algunos kioscos se expendían bebidas o comida; en otros, se acertaba (o no) al adivinar en qué vaso de tres está la moneda; en otro había una ruleta de madera, vertical, con números y premios diversos. El que nos cuenta la historia, tenía un tío que usufructuaba uno de esos puestos o “suertes”. Allí se vendía alguna bebida y se jugaba con una especie de casillero, que muy bien no recuerda. Pero seguramente era un juego de acierto y combinación.
Nuestro testigo, de 80 años, se acuerda de la suerte de los tres vasos sobre una mesita con mantel de hule; y el terreno descampado con luces de colores y banderitas.
La asistencia era de rigurosos saco y corbata para los hombres. La decencia antes de todo, el lugar era familiar, y "nada de muchachones o de pobrerío".

Hacia 1932 el Royal Park traía figuras de teatro que representarían sus números en una carpa o tablado.
Uno de los más conocidos era Eduardo Ricart. Este empresario teatral tenía una serie de obras de gran aceptación popular, como la obra de Vacarezza "Cuando un Pobre se Divierte", o bien interpretaba personajes gauchescos como El Viejo Vizcacha. El director de cine Antonio Defranza, cuando comenzó a rodar en las barrancas de Alberdi “Hormiga Negra”, una película “de aventuras” convocó a Eduardo Ricart, para la época un actor muy popular en la ciudad de Rosario, que interpretó también un personaje gauchesco.
Lo solía acompañar en el Royal Park Sofía Merli, que entonaba cuplés y que, en general, era al principal actriz de la compañía.
El Royal Park se autodefinía como un “Gran parque de diversiones populares”, poseía un servicio de bar, y auguraba ser “el mejor cine teatro de verano del Rosario”; eso hace suponer que no poseía local cerrado, sino simplemente un predio abierto, ya que “en el parque” actúa, en 1932, la orquesta de Arnal Nocito, cosa imposible seguramente en días de frío y lluvia…
Los días domingos y feriados había una sección familiar, esto significaba seguramente juegos para niños y algún payaso o acción circense, pero no poseemos datos concretos. Dado que las funciones se anunciaban como diarias es probable que los números variaran periódicamente.
El predio como lugar de diversiones no era único, se recuerda que en otros terrenos solían acampar circos y teatros que alquilaban el terreno para sus funciones. Con el tiempo y la escasez de espacios abiertos y grandes, estas actividades se fueron restringiendo casi exclusivamente a terrenos estatales del ferrocarril (como en el Cruce Alberdi para los circos) o en plazas, ya entrada la segunda mitad del siglo XX.
Particularmente en avenida Alberdi, el lugar era estratégico, era el final de una recorrida dominguera que comenzaba en Avenida Génova y finalizaba en Perpetuo Socorro, en calle French. Esta recorrida por el “shopping” tendrá su momento más recordado diez años más tarde, ya en las décadas del 40 y del 50.

Así, los bares se ubicarán preferentemente en la vereda oeste, evitando el sol de la tarde en las mesas de la vereda; y las pizzerías, espectáculos y restaurantes en la vereda este, ya que se ocupaban sobre todo el horario nocturno, sin el sol en los ojos...
Muchos de los bares actuales son resabio de la “Época Dorada” de la Avenida Alberdi, y en la memoria de más de un vecino "la Avenida" ha suplantado al Barrio Refinería como la única actividad principal de toda una zona.

Sin embargo, la avenida era para un uso específico –comercial- quedando en el barrio otros bares, sobre todo para obreros y espectáculos menos “sofisticados”, como bailes y fiestas de carnaval en los clubes.
Sabemos de al menos un "barman" del barrio que dejaba su negocio en Refinería los sábados a las seis de la tarde, para ir a la Avenida a tomar chopp con maníes.
Lamentablemente, pocos testigos quedan de esa época de actividad inicial, que dieron una memoria muy particular a los vecinos, referida a un momento rosarino casi legendario... y sin televisión.

4 comentarios:

dario dijo...

Un bisabuelo mio conocio alli a su mujer que despues fallecio, era d ela familia Dacosta de Ibarlusea. Decia mi abuela que el siemrpe contaba que a la bisa la habia conocido en el circo, ja, ja.

Anónimo dijo...

Mi abuelo era Antonio Defranza.
Hay posibilidades de conseguir fotografias o algo de él?

Anónimo dijo...

No tenemos una foto de Defranza todavía.
He enviado un correo al Centro Audiovisual Rosario, de la Municipalidad, tal vez tengan una copia de la pelicula que dirigió su abuelo.
Poseen pelícuals rosarinas muy viejas.
Veremos.
Saludos y gracias por escribir.
La Comisión

jj dijo...

Mi padrino era Eduardo Ricart, puedo por favor conseguir mas material acerca de él ? aparte de toda la documentacion que tengo como carpetas de la radio y fotos que me dejó
Mi mail es juanaguzzi@netcoop.com.ar

Juan José Aguzzi