LA HISTORIA NO ES EL PASADO, PORQUE TRANSCURRE HOY .
El Museo Itinerante del Barrio de la Refinería, las Jornadas de Cronistas e Historiadores Barriales y el Museo Virtual están declarados de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Rosario y el Honorable Concejo Municipal.
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sábado, 1 de agosto de 2009

¿PORQUE AQUI LA REFINERIA?

Para ubicarse en las intenciones de Tornquist en la elección del lugar de instalación de la fábrica, hay que observar las características del lugar. Arriba vemos una foto con la ubicación de la Refinería hacia la década de 1930, donde podemos apreciar algunas intenciones sobre todo geogràficas e históricas.
Toda el área que se extendía desde el arroyo Ludueña hasta casi la actual avenida Francia era vista, desde los tiempos lejanos de la Confederación, como un sector fabril de la ciudad.
Los antecedentes son varios.
Rosario se configura en 1860 como puerto de la Confederación, y si bien esta condición no influye inmediatamente el la zona norte, sí promueve un rol específico para toda la costa.
Inicialmente, la presencia de estancias en la zona, como la del Arroyito, que dieron origen a otros emprendimientos fabriles, aunque muy vinculados a
la ganadería. El Saladero 11 de Septiembre, del General Justo José de Urquiza, utiliza lo más moderno en las técnicas de procesamiento de la carne, pero con objetivos antiguos, puesto que la carne salada era consumida masivamente en países como Brasil y Cuba, y el mercado interno podía abastecerse con la producción artesanal. La fábrica de carne salada de Urquiza producía cueros, molienda de huesos y tasajo; pero estas manufacturas agregaban poco valor al producto. La directa derivación de esta mentalidad intermedia entre una producción artesanal y una producción masiva está enmarcada en lo que será el comienzo del modelo agroexportador que se extiende aproximadamente hasta 1930.
Como dice Tomasini en la revista Historia de Rosario Nº 34, "con la creación del Saladero 11 de Septiembre, Urquiza contribuyó al propósito inicial de fundar un polo de desarrollo capaz de descentralizar la economía porteña". En realida
d, antes que “descentralizar”, Urquiza veía la posibilidad de fundar una economía (pre) capitalista en el país, independiente de la porteña, y que insuflara vida a la Confederación, o sea la país del interior.
Otra vinculación entre la zona y la industria es la gran Exposición Industrial que realiza el Gobernador Manuel Gálvez en 1888, un año antes de fundarse la Refinería.
Esta exposición, en el predio de la vieja estancia El Arroyito, señalaba la identificación que se hacía en las iniciativas político - económicas entre geografía y producción.
Esta exposición era una muestra de la industria inicial santafesina. Productos de manufactura tosca y resistente, adaptados al agro, máquinas en general de formatos pequeños, basadas en la difusa frontera entre el taller y la fábrica. “Industria”, incluso en el vocabulario cotidiano, significaba tanto fábrica como labor manual.
El ferrocarril delimitaría también un adentro y un afuera de la ciudad. Como dice la arquitecta Isabel Martínez de San Vicente en su trabajo “El espacio colectivo urbano como fundamento de los procesos de recualificación urbana”, "el ferrocarril planteó al llegar a Rosario la necesidad de una curva destinada a acceder a la costa y al puerto, sorteando la ciudad construida de la época: esto se constituyó en el gesto fundacional de un verdadero límite al norte de la ciudad, ya que de allí en más, toda expansión urbana hacia el Norte surgió del otro lado de los terrenos ferroviarios".

La presencia de conocidos inversionistas en tierras estaba también configurando el territorio.
Manuel Arijón, por ejemplo, es un hábil comprador de tierras, que enajena numerosos terrenos a los viejos propietarios de las “lonjas”. Las ventas están resueltas de manera urbana en la época, resolviendo la vieja puja entre la herencia española y las nuevas tendencias urbanas, favoreciendo los loteos menores. Luego, Arijón venderá ya en el siglo XX tierras a la Refinería Argentina. En un libro impreso con motivo del Centenario, que posee el Museo, en 1916 un cronista que narra la vida de Arijón recuerda las críticas hechas a don Manuel por esas compras, que luego delataron su espíritu comercial, de "fina sensibilidad" para la ganacia.
Con el correr del tiempo, se establecen almacenes y muelles en toda la costa rosarina, sobre todo hacia el sector norte, en una expansión constante. No solamente la zona norte de Rosario – hasta aproximadamente avenida Francia – se ve como la natural expansión portuaria, sino que es un complejo sector que abarca la expansión ferroviaria con los grandes talleres y los lugares aptos para colocar barcos de gran calado. Es la ventaja del río navegable y sin aduanas interiores.
Es en este marco “evolucionado” que Tornquist planifica su fábrica.
El museo posee documentos que son previos a la Refinería, donde puede verse el establecimiento de una población original, algunos pobladores tal vez residentes desde la vieja época del Saladero
, obreros de los muelles particulares, empleados y changarines de almacenes y depósitos, dieron forma a una población demográficamente señalada. En un viejo plano de 1888, aparecen casas, conventillos, galpones y algunas viviendas muy aisladas, referentes gráficos de una población al parecer estable.
Otra de las condiciones es estrictamente política. Tornquist es un “amigo del poder”. Su forma de hacer negocios no se separa de su forma de hacer política, y es evidente la solidaridad de ambas esferas. La idea de producir antes de exportar –y no dedicarse a la simple extracción primaria – debió ser considerada un buen negocio, pero siempre dentro del marco agro exportador. Esta idea se vinculaba con la idea de progreso técnico, distinto a las “luces” del siglo XVIII, y más relacionada con el concepto de civilización. La “industria” era una forma de civilización, y la noción de naciones “industrializadas” era sinónimo de “civilizadas”. Esta forma política tenía pocos adeptos en Buenos Aires, pero era esencial en Europa de la Segunda Revolución Industrial, de donde paradójicamente se copiaron los modelos. La política de Roca proponía abrir mercados a los granos y carnes, pero no impedía la producción industrial, simplemente, la ignoraba. A modo de ilustración, en la Exposición del Centenario se verán costosos pabellones agrarios, económicamente “un desperdicio”, mientras que los pabellones industriales recuperaron los gastos mediante la gestión comercial.
Finalmente, y de vuelta al barrio, debemos considerar como se relacionaba Rosario con el interior del país.
Viejos documentos del Museo (facturas, libos de cuentas, polizas de seguro) demuestran la vinculación de Rosario con Tucumán y con Río Cuarto en 1876, lazos sobre todo financieros. Y Buenos Aires repetía, a nivel nacional, la forma de centro – periferia internacional con las ciudades del país, adjudicando roles específicos, y lo mismo hacía Rosario con su “Hinterland”, en un formato de anillos más o menos concéntricos.

Varias condiciones –un ambiente geográfico / urbanístico favorable, el contexto económico político "especial"; una infraestructura en expansión, y una población incipiente en incremento, como mano de obra inmediata- deben haber configurado la elección del lugar.
La Refinería se construyó a partir de 1887, siendo autorizada la instalación de la empresa Sociedad Anónima Refinería Argentina, por Ley N º 1911 del Estado nacional, en noviembre de 1886. Su puesta en marcha es del año 1890.
Luego vendrían las nuevas líneas ferroviarias, las construcciones portuarias de la fábrica, la conformación paulatina del barrio obrero.
Pero la elección del lugar en 1886 – centro de salida de la producción – fue tomada racionalmente, de acuerdo a pautas de estrictos intereses comerciales.
El capitalismo dejaba su marca en el territorio, sólo que a través de varios agentes. Todos ellos (Urquiza, Arijón, Tornquist…) contribuyeron a formar la ciudad, tal como la conocemos hoy.
Hoy día, las características heredadas de esas épocas se sumaron a otras como el abandono y la marginalidad urbana, configurando el "Síndrome del Paredón", el aislamiento que recuerdan tanto los vecinos.
En movimientos urbanísticos con un alto grado de oportunismo, a principios de este siglo se utilizaron en una acciòn conjunta ehtre los gobiernos y los empresarios, terrenos que el Estado abandonó, y se los combinó con los terrenos privados. Lo que se pago con dinero del estado, vuelve a manos privadas, como uso directo o indirecto. Un día, ya no podrá disfrutarse del río si no se posee un piso exclusivo.
El Barrio Refineria sigue siendo atractivo, aunque para otros usos. las lanchas y yates reemplazaron al barco triguero.
Aunque ha pasado el tiempo, La Refinería sigue atrayendo a la gente: a los ricos, para la explotación; a los pobres, para ayudar a realizarla.
Aunque no son los obreros, sino los patrones, los que usan la tierra, claro.
Porque para coprarse un piso en La Refinería, un obrero deberá trabajar 80 años, por supuesto que sin comer. En 1889, debería trabajar sólo 72 para comprarse la fábrica.
¿Habrá cambiado algo en 120 años?
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Un articulo intersante sobre la zona norte de Rosario se puede leer en:
http://www.ub.es/geocrit/b3w-290.htm
(LA EVOLUCIÓN URBANA DE PUERTO NORTE. DESARROLLO DE UN ÁREA INDUSTRIAL DE LA CIUDAD DE ROSARIO, ARGENTINA. De Marina Sánchez-Pombo)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena la nota. Lo que si no estoy para nada de acuerdo con eso de que para disfrutar el rio va a haber que tener un piso exclusivo, ya que es de publico conocimiento que los paseos de la barranca siguen van a ser publicos (hasta hoy eran privados).

Saludos

Anónimo dijo...

Otra cosa tb, todos los terrenos ribereños que se van a utilizar para los emprendimientos eran privados, ninguno era propiedad del Estado.

Creo tb que en balance, tomando desde que arrancaron las transformaciones en la zona (con la demolicion de los silos, la apertura de la av. de la costa, y la creacion del Parque Escalabrini Ortiz) hasta que se finalicen todas, lo que se va a dar va a ser un fenomeno de apropiacion publica de espacios privados antes que privatizacion del espacio publico.

Saludos