LA HISTORIA NO ES EL PASADO, PORQUE TRANSCURRE HOY .
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domingo, 5 de septiembre de 2010

VIRUTA & CHICHARRON

El pasado 4 de septiembre se festejó el Día de la Historieta, recordando el primer ejemplar de Hora Cero, revista publicada por Héctor Germán Oesterheld, desaparecido durante la Dictadura Militar de 1976.
La historieta es un auténtico patrimonio nacional, y Hora Cero no fue la primera historieta nacional, sino el resultado de un devenir que hoy llega ya al siglo.
Muchas son las historietas que aparecieron en el país, y casi todos hemos leído alguna historieta de aventuras, de cowboys o de guerra. Tal vez alguna historieta forme parte inevitable de nuestra colección de nostalgias, porque los cómics ya forman parte de nuestro pasado nacional.
Dos de los personajes más recordados en la historieta argentina fueron Viruta y Chicharrón.
Comenzaron a salir en 1912 en la revista Caras y Caretas, y fueron personajes fijos, casi siempre en las primeras páginas de la revista.
El Museo posee unas cincuenta revistas de éstas, entre 1898 y 1950.
La historia de los personajes es bastante misteriosa y controvertida.
Se supone en general que los personajes son plagiados de Spare Gribs and Gravy de 1912, (traducido como Costillas de Cerdo & Salsa) aparentemente de George Mac Manus, pero hay otras versiones sobre el origen. Una menciona como autor intelectual a Frederick Opper, que diseñó en 1900 un linyera idéntico a Viruta,  llamado Happy Hooligan, con un tarrito de lata como sombrero, y fue un personaje muy popular en Estados Unidos, y hasta llegó a hacerse una obra de teatro. Hay una copia norteamericana de un tal Albert Carmichael, calcada sobre los dibujos simples de Mac Manus, aparentemente para continuar la serie.
Es probable que la revista yanqui haya adquirido la patente, pagando a otros dibujantes estadounidenses a continuar a tira que ya era de su propiedad.
Con respecto a su "nacionalización, una versión dice que Caras y Caretas había comprado la tira, pero que dejó de recibirse, y de allí el plagio.
La revista original  (se dice que el Sunday Comic Art) se habría quejado por el robo, y ante la creciente popularidad de la tira, se decidió dibujarla local... y calladamente, sin marca de autor. Entre el abandono de la tira original y la Primer Guerra Mundial, Las Aventuras de Viruta y Chicharrón continuaron saliendo regularmente sin mayores problemas.
Nunca se le dio importancia a su autoría en Caras y Caretas, ni los autores reivindicaron nada, por lo que el plagio flagrante quedó a salvo de juicios a futuro, durante 9 años, casi sin cambios estructurales, aunque si coyunturales.El dibujante - en realidad el continuador- sería aparentemente el español Manuel Redondo (el mismo dibujante del famoso Goyo Sarrasqueta) con guión de Juan Sasnay, según cuenta Néstor Giunta en La Historia del Comic en la Argentina.
En resumen, fue una historieta oscura y poco relevante en Estados Unidos, pero aquí tuvo sus consecuencias, y su real origen es cuanto menos nebuloso.
La historieta consta generalmente de seis cuadros, aunque a veces aparece uno solo , o dos seguidos, y los personajes "argentinos" son levemente diferentes a los yanquis, pero la esencia es la misma.
Están vestidos de forma estrafalaria. Chicharrón - el "flaco"- usa ropa romántica o atildada, ajustada al cuerpo, (como de poeta, o el famoso "lechuguino") con moñito, zapatos de hebilla, un sombrero de ala y pompón. A veces el diseño lo asemeja a una boina de golf.
Algunos argumentan que es un traje escocés o irlandés. Viruta - el "gordito"- usa ropas de marino antiguo europeo,  gabán militar con la clásica remera a rayas y sombrero naval (o una latita, tal vez).
Rara vez se han quitado estas ropas, aunque en una ocasión Chicharrón usó ropa negra: Parecés una cucaracha, comentó su amigo Viruta. 
Tal vez el apodo Chicharrón provendría de su parecido a un insecto, la chicharra o la zancuda cigarra mitológica, y de allí  la chanza "chicharra-cucaracha" del gordo Viruta, cuyo propio apodo nos queda inaccesible hoy.
El traje de los personajes cambió muy poco con el tiempo: en 1912, Viruta no usaba ropa rayada, que comenzó a ponerse enseguida, al nacionalizarse, y más adelante, aunque en escasas oportunidades, ambos personajes usaron ropa de buzo, jockey o futbolista. Pocas veces se les caen los sombreros o se quitan la ropa, y la gracia está también en esta imperturbabilidad.
Las aventuras más insólitas las afrontaron con su invariable ropa original, y desde 1914 aparecieron a colores, a veces alternadamente en color o blanco y negro, y hasta hay alteraciones leves en el diseño del dúo. 
La idea del autor, aunque no siempre se verifica en la tira, es el contraste permanente entre dos caracteres disímiles, con su ropa incluida.
Una fórmula exitosa: desde la época de Don Quijote y Sancho Panza (en Inglaterra: Sir Hudibras y Ralpho) ha dado muy buen resultado, ya que se trataba de conjugar un inteligente con un bruto, la astucia con la fuerza, lo elegante y lo ridículo, en un equilibrio siempre inestable, que garantizaba la risa al tratar de llegar a un acuerdo sobre lo que se va a hacer.
Batman y Robin, o Abbot y Costello siguieron esa fórmula, entre otros muchos. La gracia está, en general, al actuar el personaje más ridículo, o bien en las elucubraciones del inteligente y el tonto, para llegar a un resultado conveniente.
Así, la conjunción Costillas de Cerdo con Salsa daba imagen de un buen equipo.
Ambos son calvos, y representan personas más que adultas, aunque poco serias, y su absurda conducta es gratuita y sin demasiados objetivos a la vista.
Casi siempre hacen cosas... porque sí.
Suelen usar las manos con los dedos pugares hacia arriba, o las piernas en posturas realmente extrañas.
Bajo el rótulo Para los Niños, la historieta se desarrolla en pocos cuadros, y actualmente es casi ininteligible; a veces la historieta continúa, pero a veces no,  en varias ocasiones la historieta no “recuerda” el número anterior, o se contradice.
En alguna aventura se muestran avances tecnológicos absurdamente representados, como aviones, submarinos y máquinas extrañas; en una ocasión los personajes se encuentran con extraterrestres, viajando a la Luna. Piratas y monstruos aparecen como paisajes animados, escenografías algo abstractas donde los personajes desenvuelven sus historias.
Su conocida fórmula final ¡Llama a un automóvil! que pronunciaba el flaco Chicharrón (Gravy) al sufrir algún descalabro fue un hit verbal argentino. 
Esta frase se pronunciaba cada vez que alguien, en su vida cotidiana, tenía un inconveniente que ameritaba salir corriendo. Viruta (Spare Gribs) tampoco la sacaba barata, con golpes, caídas y lastimaduras.
El lenguaje de los globos suele tener algunas palabras lunfardas, pero en general se basa en palabras coloquiales, comunes, y no son raras las faltas ortográficas, y los globos con los textos daban cierta consistencia a la tira, ya que la ilustración era con frecuencia poco sustancial y hasta esquemática.
Fueron tan populares, que hubo hasta un tango, denominado Don Viruta y Chicharrón. aunque ignoramos el porqué del Don, que es sólo aplicable al gordito.
La elección de los temas no siempre va acorde a las realidades nacionales o internacionales. La Primera Guerra Mundial les marcó el léxico, y usaron términos de la época, como ultimátum, kaiser, aeroplano, dreadnough, acorazado, torpedero, obús,  schrapnell, entre otras palabras bélicas, que en general les provocan un miedo pánico, pero también refuerzan un ambiente absurdo, de tipo surrealista.
A veces viajan en el tiempo, como a la época de los piratas, o vuelan en Montgolfier, aunque con canastilla de hierro blindado...
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La historieta argentina comenzó de esta manera, apropiándose de modelos extranjeros, ya que el actual modelo seriado con “globitos” parte de esta forma yanqui, que se diferenciaba del modelo del suizo Rodolfo Töppfer, con textos en bloque debajo de la ilustración. Las historietas nacionales usaron el modo del texto al pie mucho tiempo.
No debemos confundir las historietas, cuya acciòn es seriada a lo largo de las páginas, con la viñeta, que también usa "globitos" y que fue muy usada en Argentina antes de Viruta y Chicharrón, por ejemplo en El Mosquito.
Pero estaban llamados a desaparecer.  
Los dos personajes no se publicaron más desde 1921, según nuestros ejemplares, ya que en 1922 no aparecen.
Ya eran demasiado absurdas, y los tiempos eran otros, habían pasado 9 años, y había pasado una guerra mundial. Los niños ya buscaban otros temas, como los cowboys, las batallas modernas, la tecnología. Y había  una identidad nacional en desarrollo, y la figura del gaucho reemplazaba, lentamente, a extraños personajes como éstos.
Sin embargo, Viruta y Chicharrón originaron una esencia que no se detendría ya: el modelo estadounidense de diversión gráfica, la tira cómica, el comic continuado con Patoruzú, El Tony o Intervalo, entre otros nombres ilustres. En vez de los nombres ingleses, más armoniosos y pensados, prevalecieron los nombres criollos para los personajes, quizás por… el olvido del verdadero autor original.
Pasaron cien años.
Y Viruta y Chicharron, esos incomprensibles amigotes, se fueron para siempre envueltos en el misterio. 

8 comentarios:

Lucrecia Sivasliano dijo...

Soy estudiante de Comunicacion social, y me intereso mucho la nota.
Siempre me parecio una historieta rara, no tenia una logica como las de ahora, y me parece que lo importante era el final, "llama a un automóvil", antes que el desarrollo de la accion en sí.
Algunas son tan absurdas que parecen hechas de mala gana o con pereza, por parte del dibujante.
Pero me gustan porque son de una epoca, que a lo mejor tenia otra manera de ver las cosas.
Saludos, y muy bueno el blog.
Lucre.

mario dijo...

Amigos del muceo, no sería piola que escañaran y imprimeran varios Viruta & Chicharron para tenerlos todos juntos y consultarlos?
Nadie lo hizo todavía y no se pueden leer en las revistas porque no todos las tienen.
Marito.

lucrecia dijo...

Es cierto, marito, sería intersante que hubiese V % Ch impreso para poder consultarlos.
Buena idea, espero que la gente del museo pueda armar la movida.
Lucre

Anónimo dijo...

de acuerdo, seria interesante ver las ihstoriertas todas junta
slaudo

el K-naya

la comisiòn del Museo dijo...

Es un trabajito arduo, pero creemos que vale la pena.
Además, jamás se hizo.
La comisión.

mario dijo...

Se podría colgar de la web, en algun servidor público.

Anónimo dijo...

Habrá 50 historietas? es mucho! Convoquen para ayudar!!!

Anónimo dijo...

No se la cantidad de revistas que tendran, pero me dijeron que las que aparece viruta y chcharron son mas de mil.
Ojala se puedira hacer una recopilasion bien echa.