LA HISTORIA NO ES EL PASADO, PORQUE TRANSCURRE HOY .
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martes, 22 de septiembre de 2009

EL TANO SCARPA

Numerosa la hinchada canalla en Refinería.
Tal vez esto deba buscarse en el carácter norteño de Central, o que durante los comienzos del siglo XX, la hinchada centralista era generalmente de clase obrera.
Y fue precisamente ferroviario el origen de Central, aunque no precisamente proletario.
Los fundadores del club, gerentes y personal inglès del ferrocarril, necesitaban probablemente practicar el deporte que más los unía y les recordaba la patria lejana, el football, el fútbol. Un lejano octubre de 1889 – el mismo año que empezó a trabajar la Refinería- se organiza un equipo de fútbol, según la reconstrucción que hace uno de sus jugadores y luego dirigente, Federico Flynn.
Esta en discusión el lugar de origen del Central Argentine Railway Club: se suele indicar a la Villa Sanguinetti como lugar físico de los primeros partidos, predio que quedaba cerca del Barrio de las Latas, en el comienzo de Avenida Alberdi; la cercanía de la capilla anglicana y el barrio inglés hicieron que se supusiera que ese era el lugar fundacional, que es el que el folklore ha definido. Originalmente se lo denominaba Talleres, y aparentemente fue en un bar (ya desaparecido) donde dieron forma al club definitivo los empleados de la empresa ferroviaria que estaban cansados del cricket del Atlético Rosario, y querían algo más enérgico.
Esta impronta ferroviaria del Central Argentine Railway Club, no ha perdurado en el nombre del club, en el que originariamente “Central” y “Railways” eran inseparables.Quedó el Rosario Central, recortado y modificado desde 1903 para “volverlo rosarino” y menos ferroviario.
La empresa que fundó el club no era ajena a éste, porque lo sostenía financieramente, como se hacía con frecuencia con clubes que funcionaban en base al personal de la firma. Pero en 1925 sucede una crisis empresarial: hay que mudarse.
El presidente de ese entonces, Federico J. Flynn, declara preocupado el fin del sostén de la empresa ferroviaria, que se mudaba a la localidad de Pèrez. Muchos se preocupan, porque ven un futuro negro, tal vez la liquidación del club, luego de treinta años de funcionamiento. La hinchada se componía ya de muchos obreros, ferroviarios o no, pero la mayoría de las clases populares, que habitaban en los barrios obreros.
Es en ese momento cuando ocurre un hecho no muy conocido.
Es en esa jornada triste, de desamparo, cuando un ferroviario italiano, canalla de corazón, emerge del montón de socios.
Y allí surge la famosa garra centralista, la que mete el gol en el último minuto, la que va al frente, la garra del que no ha abandonado nunca, la eterna gloria azul y amarilla.
Es que con Rosario Central, vibran los corazones...
El “tano” Scarpa ruge, casi como un Laprida en aquél lejano 9 de julio:
-
- ¡El glorioso Rosario Central, desde este mismo instante queda libre para siempre de extrañas tutelas!
-
Los socios, entusiasmados, aplauden con furia. El club se había salvado, aunque no lo supieran aquellos viejos canallas, y a partir de allì, se sucedieron las campañas para resolver el tema econòmico, ademàs del deportivo. La època del amateurismo puro finalizaba.
Pocos recuerdan a Scarpa.
Pero en esa historia jalonada de coraje, Central había sido fundado por segunda vez .
Y por un italiano.
.
Como no podía ser de otra manera, aca va la marcha oficial, y la letra.



Te aplaude y te saluda jubilosa
la hichada deportiva que te admira,
campeón de cien jornadas victoriosas,
valiente triunfador que orgullo inspira.
El símbolo auriazul de tu divisa
se enciende y resplandece como el sol,
cada vez que la cancha se electriza
al estallar de la victoria el gol.
¡Rosario Central,
forjador de campeones!
¡Con Rosario Central
vibran los corazones!
Corazones rosarinos que te aclaman,
y que tus glorias de entusiasmo inflaman.
¡Otro gol de Central
rubrica la victoria!
¡Y el laurel triunfal
reverdece en su historia!
Esa historia jalonada de coraje,
¡De hazañas sin par,
la gloria eternal,
de Rosario Central!
Honrosos paladines del deporte,
atletas invencibles en la lid,
impávidos luchad sin que os importe,
la talla del rival fuerte y viril.
Que nunca empalidezcan tus blasones,
que siempre brille el símbolo triunfal,
¡Arriba, pues, campeones de campeones,
para la gloria del fútbol nacional!
Rosario Central,
forjador de campeones!
¡Con Rosario Central
vibran los corazones!
Corazones rosarinos que te aclaman,
y que tus glorias de entusiasmo inflaman.
¡Otro gol de Central
rubrica la victoria!
¡Y el laurel triunfal
reverdece en su historia!
Esa historia jalonada de coraje,
¡De hazañas sin par,
la gloria eternal,
de Rosario Central!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

me gusta la pagina muy buena su informacion.

federico reichardt dijo...

Excelente articulo!
no sabia de ese señor Scarpa, es una hsitoria buenisima.
Soy canalla y esto enrriquece nuestra historia centralista