Veronica Vitola nos acerco este trabajo que hizo en base a un objeto del museo. En èl contextualiza mejor la situaciòn polìtica que quedaba esbozada en un artìculo de este blog, por lo que agradecemos su participaciòn y la animamos a seguir acercando material ùtil a la historia del barrio.El artículo esta en http://museorefineria.blogspot.com/2009/07/un-abanico-de-propaganda.html
La carrera política de Yrigoyen comienza en 1873 con el puesto de inspector de policía en el distrito de Balvanera, dentro de la capital. Fue candidato a diputado de la Provincia de Buenos Aires utilizando el fraude y el soborno como todos en esa época. Cuando Roca asumió la presidencia fue perjudicado y perdió su acceso a los cargos públicos por pertenecer a otra fracción de la élite.
A partir de 1900 gana prestigio con su singular manera de presentarse a la población, haciéndose fama de figura misteriosa. No pronunciaba discursos públicos y tenía un acercamiento a los sectores populares, que si bien puede ser caracterizado como superficial y oportunista no deja de ser rupturista con las prácticas políticas propias del régimen oligárquico. Muchas veces iba a vivir a casas humildes situadas en barrios pobres de Buenos Aires, pero también se hacía llamar “Doctor” aunque carecía de título universitario. “Su estilo político consistía en el contacto personal y en la negociación cara a cara, que le permitieron extender su dominio sobre la organización partidaria y crear una cadena muy eficaz de lealtades personales.” Otra característica fue la continua apelación a la moralidad en sus discursos contra el régimen.
En 1912, finalmente, se abre el juego político con la Ley Sáenz Peña, que autorizaba la preparación de un padrón electoral limpio y el voto secreto. Mientras tanto, los radicales habían crecido muchísimo. Los inmigrantes llegados al país en los ochenta habían tenido hijos argentinos. La nueva generación no esperaba regresar a su tierra, ésta era su tierra. Como Antonio Rezzoagli, el farmacéutico, muchos inmigrantes habían logrado progresar y sus hijos habían accedido a la Universidad. El modelo agroexportador argentino no admitía industriales, y por este mismo motivo no crecía el sector terciario ligado a la industria. La UCR se presentaba como “la causa” contra “el régimen” y buscaba ensanchar las puertas no sólo del Estado, sino también de las arcas públicas.
Otro de los factores que explican el crecimiento del radicalismo a principios de siglo es el aumento del volumen de la propaganda. Se atacaba a la oligarquía y se reclamaba un gobierno genuinamente representativo. El radicalismo apuntaba a generar una plataforma electoral amplia, armonizando las clases sociales, con el fin de llegar y mantener el poder.
El primer arribo radical al gobierno fue en la provincia de Santa Fe en 1912, con la fórmula Manuel Menchaca – Ricardo Caballero. En ese momento el intendente de Rosario era elegido por el gobernador de Santa Fe, y llega a la intendencia Daniel Infante.
En Rosario se dieron prácticas de acercamiento a los sectores populares que luego Yrigoyen utilizará a nivel nacional. Experiencias de la UCR que lo irán conformando como partido, a Yrigoyen como líder y también irán generando una manera de participación de los sectores populares que nos ha acompañado, con variantes, hasta nuestros días.
Se trata de la generación de relaciones por parte de los políticos radicales directas con los individuos que conforman los sectores populares, sin mediación de las organizaciones sociales (en ese momento mayormente clasistas o religiosas). En las urbes argentinas se fue generando una red de caudillos con amplios contactos con la población vecina, barrial. Como ejemplo de estas prácticas quiero citar una política de Oscar Meyer, intendente radical de Rosario en 1913, donde también se evidencia algo fundamental el la política argentina: el radicalismo, por primera vez, ofrecía a los sectores populares beneficios inmediatos. Esto contrastaba enormemente con su principal competidor electoral en la búsqueda de votos populares (el socialismo) y también con las maneras y los fundamentos con que se había interpelado a las clases trabajadoras hasta ese momento. En 1913 en Argentina y en Rosario, los alimentos y el alquiler aumentaban, generando amplia disconformidad en los sectores populares. El intendente, busca paliar la situación con las llamadas Ferias Francas, situadas en los barrios más humildes de Rosario. Se trataba de ferias donde los alimentos se vendían con una rebaja de impuestos. Una de ellas se conformaba a escasas cuadras de la Farmacia Italo Argentina. El intendente era acusado de tener “fines electorales” en la implementación de estas ferias. Lo que es cierto es que este tipo de políticas buscaba generar una relación con los sectores populares directa sin la mediación de las organizaciones sociales, en ese momento clasistas. Comienza a aparece el Estado paternalista y benefactor de los pobres, al que se puede acudir sin mediaciones. Y también, podemos pensar que se empieza a generar una simpatía de los sectores populares ante los beneficios inmediatos provistos por el radicalismo frente a las promesas futuras del resto de los movimientos políticos que buscaban su apoyo.
En 1919, se desató una huelga general y ante ella, los sectores conservadores, asustados por la Revolución Rusa y la gran cantidad de huelgas de los últimos años formaron una organización paramilitar dedicada a la represión de los sectores populares: la Liga Patriótica. Muchos integrantes de la clase media, impulsados por un patriotismo xenófobo y por miedo al daño de la propiedad, formaron parte de este colectivo. Ante este desvío del apoyo popular de Yrigoyen a la Liga Patriótica, comenzó una campaña para recuperar la fama personal del presidente.
Otra estrategia fue el aumento del gasto público en post del patronazgo en la administración pública.
El control de los comités, y a través de ellos, el electorado, cada vez era más importante. La provincia de Buenos Aires era la que tenía más votantes y también los sectores más poderosos de la élite. Por ello, los recursos económicos y políticos del gobierno, y del partido, se repartían inequitativamente. Es decir, el tradicional conflicto entre Buenos Aires por un lado, y Santa Fe y Entre Ríos por el otro persistía con nuevos matices.
A su vez, la oleada de desempleo post-guerra generaba debilidad en los sindicatos y permitía una mayor penetración del radicalismo, sus comités y sus técnicas de captación del voto. La semana trágica también había marcado el fin del acercamiento a los sectores populares a través de los sindicatos.
En este escenario, Yrigoyen designa como sucesor a Marcelo T. de Alvear, que se había desempañado anteriormente como cónsul en París. Su designación responde a dos motivos fundamentales. En primer lugar, Alvear pertenecía al grupo patricio bonaerense e Yrigoyen intentaba recomponer la relación con estos sectores. En segundo lugar, debido a su larga ausencia del país, el candidato carecía de poder dentro del partido.
Sin embargo, las críticas al personalismo y al patronazgo crecían en la elite intra y extra partidaria. Exigían el cese de las intervenciones federales del poder ejecutivo y un mayor control del gasto público por el Congreso. Este segundo requisito significaba una declaración de guerra contra los intereses de las clases medias dependientes del gasto público y contra los caudillos barriales, intermediarios entre unas y otro. Alvear apoyaba la disminución del gasto público, pero finalmente no lo restringió, sin embargo su relación con el partido fue cada vez más áspera y también con la élite, que no vio satisfecha una de sus principales demandas.
El partido se hallaba dividido en dos grandes facciones, personalistas y antipersonalistas, Alvear y los alvearistas quedaron en un limbo intermedio.
Yrigoyen estaba fuera del gobierno, pero seguía siendo el líder principal del partido y ejercía un estricto control de los comités, fomentando su regreso. Prometía una vuelta a los años de bonanza y publicitaba su figura de líder carismático.
En Santa Fe, la hegemonía de Yrigoyen estaba amenazada por los antipersonalistas. Sin embargo, Alvear venía de París, buscaba reducir el gasto público y era presentado en la prensa con ropa elegante y cara. Seguramente, el farmacéutico no era partidario de Gallo y los antipersonalistas. Podemos pensar que era en sí mismo un caudillo barrial simpatizante de Yrigoyen y mezclaba la propaganda política con la comercial; pero también podemos suponer que la identificación de la Farmacia con Yrigoyen y el rechazo a Alvear era una manera de ganarse a los clientes de los sectores populares, ya seducidos por los comités radicales y la propaganda partidaria. El abanico es un indicio de la fuerza de Yrigoyen en los sectores populares de barrio Refinería y del éxito de una manera de hacer política que se inauguró con este líder.
Queda como tarea futura un estudio más profundo del radicalismo en Rosario y en Refinería, y también (¿por qué no?) la búsqueda e interpretación de indicios como el abanico de la Farmacia Italo Argentina.
.
Bibliografía
Falcón Ricardo. “La Barcelona argentina” Laborde Editor. 2005
Macor, Darío. Radicales, demoprogresistas y antipersonalistas: oficialismo y oposición en la Santa Fe de entre guerras. Boletín americanista. Año 200. N° 50 en pág web. www.raco.cat
Nicolatti María José “Los espacios de sociabilidad urbana en los años 30. El caso de la Biblioteca Popular Homero de Barrio Refinería. Rosario1936-1939.”
Piccolo Eduardo y Terrazino Salvador “¿Remember, Refinería? Historias del Barrio Refinería. Editorial Gráfica Pompeya.
Prieto Agustina “Condiciones de vida en el barrio Refinería de Rosario: la vivienda de los
trabajadores (1890-1914) en “14 Anuario” UNR editora 1989/1990.
Prieto Agustina “Rosario, 1904: Cuestión Social, Política y Multitudes Obreras” en Estudios Sociales, Revista Universitaria Semestral. Año X, n° 19. Santa Fe. 2000.
Revista “Las voces de Refinería”
Rock, David. El radicalismo argentino. Amorrortu editores. 1977.
Romero Luis Alberto “Los sectores populares urbanos como sujetos históricos.” Última Década nº7.1997.
Blog del Museo Itinerante Barrio Refinería: http://museorefineria.blogspot.com
Pág. Web www.patrimoniosf.gov.ar
Adelante radicales
Adelante sin cesar
Viva Hipólito Irigoyen
Y el partido radical
Siempre adelante radicales
Adelante sin cesar
Que se rompa y no se doble
El partido radical
El triunfo será nuestro
Por la patria y el honor
Por la libertad del pueblo
Que está en nuestro corazón
Siempre adelante radicales
Adelante sin cesar
Nuestra vida la daremos
Al partido radical
Siempre adelante radicales
Adelante sin cesar
Viva Hipólito Irigoyen
Y el partido radical
Con paso firme radicales
Adelante han de marchar
Porqué el pueblo pide a grito
Un gran triunfo radical..
3 comentarios:
este articulo me da la puata que las divisiones de los aprtidos siemrpe perjudican al pueblo, porque desues de etos dos, vino peron y toda esa mugre democrata socialuista, que han enbarrado todo el pais.
no lo tomen a mal
los radicales simrpe ganaron con las dibisiones, uno perdia,el otro ganaba, y despues se alternaban.Los peronistas no, se separan pero a la hora de las eleccciones van juntos.
Todo muy lindo. PERO FALTA EL EPÍGRAFE DE LAS FOTOS!!! QUE ES CADA COSA?
Publicar un comentario