LA HISTORIA NO ES EL PASADO, PORQUE TRANSCURRE HOY .
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martes, 29 de septiembre de 2009

SENTIDO PESAME

La muerte es un asunto humano, nadie puede estar indiferente ante ella.
Una de las formas de expresiòn olvidadas es el luto.
Hasta hace algunos años, con el luto se expresaba el pesar por al muerte, o al menos que se habìa muerto alguien.
Son conocidas la ropas negras para evidenciar el luto, las cintas negras en la manga o en el ojal. La foto de arriba de 1950 muestra una cena en Avenida Alberdi. El personaje de la foto tiene una cinta de luto.
Lo fúnebre tiñe todo de negro, y la muerte de un pariente - o de Evita- mueve al dolor pero también a expresar ese dolor.
Esta costumbre es antigua, pero no siempre el negro fue indicio de muerte, puesto que para la tradiciòn española e italiana, la ropa negra implicaba seriedad y solemnidad en el vivir. La gente vivía y moría de negro, se casaba y envejecía de negro.
Con la llegada del siglo XX, la ropa de color empezó a usarse. Los colores claros eran para el verano, el blanco para las novias y el negro absoluto, para los abogados, los velorios y los entierros.
Segùn un librito que posee el Museo denominado "Nuevo pequeño Còdigo Social", de 1937, hay reglas para el luto. No se debe mostrar el dolor así nomàs, a la sanfasòn, no.
El "Nuevo Pequeño Còdigo..." es claro:
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"Hay reglas que rigen el uso del luto. Son estas:
Por el esposo o los padres, dos años, uno de luto riguroso y otro de alivio.
Por los hijos, hermanos y abuelos, un año, seis meses de luto riguroso y uno de alivio.
Por un tío, seis meses, en la misma proporciòn anterior para el rigor.
también se lleva luto por los suegros, cuñados, tíos o primos políticos, con los mismos períodos establecidos para padres, hermanos o tíos.
No se usa luto para criaturas menores de seis años.
Estas son las disposiciones que la tradición establece en materia de lutos, pero la evoluciòn de las costumbres las ha modificado un poco, restándoles el rigor primitivo. vemos así que se han desterrado los velos y crespones, abreviándose al mismo tiempo la duración del luto.
Actualmente se considera el luto correcto vestir absolutamente de negro durante los seis primeros meses, al cabo del cual las señoras ya empiezan a usar, por ejemplo, medias de color."
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Hay varias cosas interesantes en el "Nuevo Pequeño Còdigo..." .
La primera que vemos es la ausencia de la menciòn de la muerte. El luto parece ser una cuestión de costumbres adecuadas, de rituales sociales. Refuerza esta elipsis un chiste - muy malo- que está al pie de pàgina:
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Joven viuda... y coqueta.
El orador: - "... y nuestro querido amigo se va, dejando en el mas cruento dolor a una joven viuda de 29 años..."
La viuda (interrumpiendo entre sollozos): Veinticinco, señor, veinticinco..."
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La segunda observación que podemos hacer es la referida a que el luto se gradùa. Tal vez, hoy día, no haya mayor tragedia que perder un hijo. Pero parece que en la época del "Nuevo Pequeño Còdigo..." , era peor perder al esposo, o los padres, que a un hijo. Los hijos valìan el mismo luto que los abuelos y hermanos.
Debemos decir frente a esto, que la sobreprotección a los chicos es una instancia "moderna".
No era raro que los niños trabajaran desde los ocho o nueve años, y ya bien entrado el siglo XX.
La ausencia de luto para chicos de menos de seis años puede deberse a la tradición del angelito, se supone que un chico muerto a esa edad va derecho al cielo, y no hay motivos de tristeza. Los seis años pueden deberse a que es cuando comienza el proceso de socialización, y por tanto, la posibilidad de pecar.
Una vecina del barrio cuenta la siguiente anècdota:
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"Cuando moria algun pariente se calentaba agua en uno de esos fuentones de cinc y alli metian tooda la ropa y la teñian, se usaban hasta las medias negras, y luego de 6 meses se ponian medio luto, blanco y negro, pero bueno, por lo que yo recuerdo la gente se moria muy joven o sea que nunca se dejaba de usar el luto, siempre habia algun finado, por lo menos en mi familia, y te cuento otra que me pasó a mì, cuando murió Eva Peron me pusieron una escarapelita con luto para ir a la escuela y una de las maestras que era la esposa, separada de ... (menciona aquí un apellido ilustre de Rosario), me preguntó, en el patio de la escuela, si se me habia muerto algun pariente para usar ese luto... te imaginàs mi viejo con lo peronacho que era ... ¡se armo un kilombo!..."
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El "medio luto" se corresponde con el "alivio" mencionado en el "Nuevo Pequeño Còdigo..." , que es cuando se empiezan a usar ropas de otro color.
Otra costumbre era, cuando alguien se moría, y así no se velara al muerto precisamente en la casa, baldear las habitaciones. Regresados del entierro, en muchas familias se tomaba esa contumbre de lavar las piezas, el comedor, la cocina... es un ritual ya perdido.
La diferencia de costumbres con la actualidad se debe a las profundas trasnformaciones que se produjeron en relativamente poco tiempo, unos 50 años.
En ese lapso, las clases proletarias - leyes laborales y peronismo mediante- se convirtieron en clases medias, con familia reducida, y aumenta así la mirada protectora sobre la prole. Muchos inmigrantes suponían eque los hijos estaba allí para protegerlo en la ancianidad, o para trabajar, ganarse la vida. hacia los años 50, "los únicos privilegiados son los niños".
Los abuelos comenzaron a verse como vestigios, sobrantes, aparecen los geríatricos (llamados en un inicio asilos) y los padres, cada vez más longevos, comienzan a ser una carga para la pareja.
Con este nuevo estado de cosas, los lutos aparecen como algo descolocado, antiguo. El dolor no debe mostrarse, recuerda a la muerte, que no debe contaminar la casa, y se destinan locales exclusivos para ello. Los velorios se dejan de hacer en la sala del hogar, y pasan a la sala velatoria. Los lutos rigurosos se dejan para los más ancianos, cuando no se abandonan por completo, dejando las ropas oscuras para lujosas cenas de gala. Los cementerios mismos parecen, al finalizar el siglo XX, funcionales prados verdes, sin señales ostensibles de la muerte, con el pastito cortado, pero no a la guadaña...
Luego de ver estas constumbres, podemos ver que los cambios producidos en 50, 60 años no son superficiales, sino que significan una forma diferente de percibir la muerte.
Estas nuevas formas guardan, sin embargo, sutiles resabios: anteojos oscuros, el cuidado en el vestir -nadie va de jogging a un velorio- o el obligado silencio.
Los años pasan pero algunas cosas permanecen.
La muerte no pasa nunca de moda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

falto decir q se usaba ropa negra para el resto de la vida si la viuda era muy vieja
estab muy mal visto ir a un velorio con ropa de colores
y cuando se evlaba en la casa se baldeava una vez terminado todo