LA HISTORIA NO ES EL PASADO, PORQUE TRANSCURRE HOY .
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sábado, 1 de mayo de 2010

PRIMERO DE MAYO

Las fotos viejas pueden ser observadas de muchas maneras.Una fácil tentación es detectar, al estilo Sherlock Holmes, los usos y costumbres de la gente retratada.
Más difícil es determinar las intenciones de la foto.
Esta foto que mostramos supuestamente pertenece a personal de la Refinería. Esto no puede afirmarse a ciencia cierta, puesto que el contexto si bien consiste en una pared de ladrillo visto, con ventanas de hierro y arcos escarzanos, bien podría ser de personal del ferrocarril, o de otra fábrica.


Podemos establecer su época en 1890 a 1900, por ciertos detalles de las ropas.
Pero lo que aquí nos interesan son ciertas intenciones del fotógrafo, o al menos el que diseñó la escena fotografiada. Veamos primero algunas cantidades.
En la foto hay 44 personas, todos hombres, incluyendo uno del que se ha borrado su imagen casi por completo. De todos éstos, 7 son evidentemente menores de edad, presumiblemente aprendices. De los obreros 4 son ya mayores. El resto son adultos y de ellos, 4 bastante jóvenes. Podemos encuadrarlos en un gráfico como el de la izquierda.
Pero vamos más allá.
Hay, a nuestro parecer, una estructura de la foto que refleja ciertas relaciones. Veamos.
Vamos a suponer que todos los fotografiados se vistieron con sus mejores ropas, puesto que en ninguno se aprecian manchas de suciedad, propias del trabajo. La foto es un montaje, no una instantánea.
En la parte inferior, sentados aparecen personas que poseen cierta forma de vestimenta. En esa hilera, vemos que los hombres tienen detalles de la ropa adicionales, que no se repiten en el resto. Moños, medallas, relojes con cadena, sus zapatos tienen tacos, a diferencia de los botines habituales de trabajo. En este primer grupo, los de la derecha presentan mayor calidad en sus ropas, sus trajes no poseen arrugas, lo que indica al menos un cierto cuidado. A partir del 5to. Personaje hacia la izquierda, la cosa cambia. El resto de los sentados poseen otras ropas, pero no llegan a ser ropas de trabajo. Incluso algún saco posee un corte especial. De los 11 de primera fila, 4 fuman, relajados.
Más arriba, hay una fila completa que podemos aseverar que son obreros. Sus camisas no tienen cuello, y hasta uno tiene una especie de blusa de trabajo habitual en esos días. Uno de ellos es un niño de unos 14 años.
Más arriba aún, aparecen obreros mayores con niños en medio. En el centro, un personaje ceñudo deja un espacio libre, para seguir la fila con otros obreros.
En la última fila, la fila comienza con un anciano, a la izquierda, para seguir con varios obreros. En el centro, uno se ha vestido muy elegantemente, con su reloj y sombrero. Uno posa mirando hacia fuera del cuadro.
Luego de esta algo cansadora descripción, podemos, dibujando,  establecer la estructura general. Esta puede definirse por series, que aquí representamos con rectángulos rojos, en la última foto.  
La serie inferior es la de los jefes principales (que podrán ser ingenieros) y secundarios (jefes de sección, por ejemplo).
A los lados de las tribunas superiores, hay alas de obreros, centradas por un grupo pequeño de tres personas que bien podrían ser capataces, con relojes, saco y chaleco, serios. Dos de ellos, bien vestidos, se contraponen al tercero, de aspecto acriollado, pero que con cierta confianza pone sus dos manos en el hombro del compañero de abajo, suponemos que también comanda una cuadrilla.
En base a esta hipótesis, podemos decir que las jerarquías laborales se basan en “estar sentados” y “estar en el centro”.


La intención del fotógrafo fue mostar los roles laborales, y por lo tanto, "representar"  la sección en la foto, sin que los obreros y jefes estén trabajando. Es un orden, en el trabajo o fuera de él. 
Hay otras fotos similares donde obreros y jerárquicos se separan a la hora de fiestas y celebraciones, que reforzarían este modo de ver el trabajo y los roles dentro de los talleres.
En el fondo, lo que presentamos es sólo una hipótesis. Esto no quiere decir que no haya otras.
Lo que deseamos dejar en claro es que las fotos no son solamente una visión momentánea de algo que ocurrió, una anécdota. Suele ser reflejo de algo más profundo, invisible, que se supone debe ser, y lo es, al momento de la foto. El fotógrafo no se animó a “mezclar” las jerarquías, porque significaría no respetar los roles y por ende, no respetar a la gente. No habría hecho bien su trabajo.
En este día del Trabajo, no es mala idea recordar que, muchas veces estas jerarquías laborales eran el reflejo de una forma de explotación que, unos años antes generó varias muertes que recordamos este Primero de Mayo.
Los fotografiados tal vez nunca lo supieron.

2 comentarios:

agustina prieto dijo...

bien por el detective! Agrego otra pista (capaz que ya tienen la respuesta). La foto tiene un innegable aire de familia con una de Pusso que está tomada en otro lugar (las ventanas tienen más vidrios). Tal vez sean parte de una serie de fotos sobre el mundo del trabajo
Agustina Prieto

LA COMISION DEL MUSEO dijo...

Es cierto, tengo copia de esa foto: tampoco es de Refinería.
Gracias, Agustina, nos encanta que hayas escrito.