LA HISTORIA NO ES EL PASADO, PORQUE TRANSCURRE HOY .
El Museo Itinerante del Barrio de la Refinería, las Jornadas de Cronistas e Historiadores Barriales y el Museo Virtual están declarados de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Rosario y el Honorable Concejo Municipal.
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lunes, 20 de julio de 2009

LA RELIGION CATOLICA EN EL BARRIO

Hablar de religión es siempre una cuestión espinosa.
Sobre todo en el comienzo del barrio.
A fines del siglo XIX e inicios del XX, la población del barrio era cuanto menos heterogénea, con una predominancia de personas extranjeras. Si bien en su mayoría eran italianos y españoles, no podían descartarse obreras y obreros balcánicos, judíos y turcos; esta “mezcla” de nacionalidades se unificaban malamente por el idioma del trabajo conjunto. Por lo que vemos en los numerosos vestigios, el castellano ya era un idioma unificador. Pero con la religión parece que no ocurría lo mismo.
La sección V de Rosario,
que abarcaba Pichincha y Refinería, tenía solamente un templo y èste era anglicano. Los ingenieros y obreros que vivían en el hoy llamado Barrio Inglés habían construido un templo en Avenida Alberdi, para atender los cien profesantes de ese barrio.
Para la curia, el barrio Refinería era un caos religioso, casi una amenaza social.
Tengamos en cuenta el catolicismo era la religiòn oficial, y que en el Rosario de 1900 había solamente dos iglesias mayores, la actual Catedral y la iglesia de Santa Rosa de Lima. El resto (San Francisquito, La Caridad) eran simples capillas de limitada influencia. Muchos “refineros” fueron bautizados y casados en Santa Rosa, puesto que era la iglesia de referencia.
Además, toda la población rosarina había crecido, con un mayor numero de fieles.
Es entonces cuando el Obispo Juan Agustín Boneo preocupado por la insuficiencia de servicios, la influencia del anarquismo y de las "ideas irreligiosas" entre los trabajadores, se propone dar un impulso a Rosario, en especial a las zonas obreras tan conflictivas. También preocupaba la presencia militante de evangelistas y el Ejército de Salvación – el Esercito di Salvezza- típicamente italiano. Sobre todo preocupaba que la Iglesia Anglicana ("los protestantes" como se les decía)hubiese establecido, en el llamado Barrio Inglés un templo de importantes dimensiones, donde concurría la colectividad angloparlante a oir el servicio. Muchos judíos, turcos o eslavos trabajaban en la fábrica, o establecían allí sus negocios.

Como reacción a este estado de cosas surgen, en veinte años, varias iglesias en Rosario: entre otras, San José, La Caridad (ahora templo), San Miguel Arcàngel, y en la zona norte, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. La religión, como toda ideología, necesitaba adeptos y el obispado de Santa Fe no quería un “pueblo religiosamente separado” en Refinería. No deseaba un ghetto religioso, sea ateo, evangelista o protestante.
En los pueblos vecinos a Rosario y en la zona de quintas en general, parece que los sacerdotes eran bien recibidos por mujeres y niños. Algunas colectividades fundaron iglesias con sus patronos, como La Guardia, la Merced o La Rocca. Pero en los barrios obreros se enfrentaban con la indiferen­cia de los hombres, que priorizaban su trabajo, postergando las prácticas religiosas. Además, en el “espíritu de la época” como se decía, había una fuerte resistencia a la religión, vista como "cosas de mujeres". Para los obreros marxistas, anarquistas y socialistas, la religion era "el opio de los pueblos".
Frente a la hostilidad percibida, y autorizados por Boneo, los Redentoristas decidieron instalarse sobre Av. Alberdi.
También se les indicó realizar “misiones suburbanas” en los barrios más distantes y en poblados vecinos, para evangelizar a la gente. Desde 1909, los Redentoristas daban cuenta de la resistencia de los trabajadores ase
ntados en las cercanías de la Refinería Argentina del Azúcar, de la abundancia de católicos “vergonzantes”, y de la dificultad para regularizar uniones o bautismos entre las clases populares.
Es entonces cuando el Obispo Boneo decide fundar una pequeña escuela, llamada "San Juan Evangelista de la Salle", destinada a los hijos de obreros católicos, el 19 de febrero de 1906.
De este contexto sobresale la actividad de los Hermanos de las Escuelas Cristianas – o Lasallanos- y, en la década del 10, la Unión Democrática Cristiana –para hacer propaganda del cristianismo social entre los obreros- y el segundo Círculo de Obreros que tuvo la ciudad, en 1914.
Estos Círculos de Obreros Católicos tenían mala fama entre los obreros de la Refinería, ya que segun se decía solía mediar entre la patronal y los obreros, suministrando los "carneros" que continuaban la producción, o sea los trabajadores rompehuelgas.
Con la llegada de la década del 20, la población extranjera ya se había asimilado, y estaba ya conformada en familias de fuerte arraigo.
Muchas instituciones ya habían encauzado la vida social: las vecinales, los clubes y bibliotecas y sobre todo la escuela y la parroquia. La iglesia no quiere quedar afuera, y organiza festivales y procesiones. Estas instituciones eran sumamente necesarias para poder permanecer socialmente unidos, no tan solos en un ámbito que era hostil a los extranjeros. Cumplida su función, permanecieron como cohesionantes.
La iglesia constantemente creaba medios de cohesión en torno a las creencias. Es entonces, en la década del 20, cuando se edifica la Iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro
.
Podemos decir que los años de 1920 a 1930 son la era dorada de la edificaciòn religiosa en Rosario. Sus imponentes edificios parecen "calcados" entre sí: agujas, torres de estilo revival, rosetones medievales... toda una nueva imagen para la iglesia, que superaba las pobres y viejas construcciones de ladrillos a la vista. La congregación lasallana era muy hábil en consquistar nuevos fieles, y había trabajado en lugares hostiles, como la Patagonia, y en Rosario, los barrios obreros.
La iglesia se trasformaba en propaladora y aglutinadora, no solo hablaba de los evangelios.
Se editaba en Perpetuo Socorro un boletín semanal, había cine los domingos y, ya en los 30, hasta un espacio radial para “las madres cristianas”: la tecnología fue usada para la difusión religiosa. La radio combinaba la reflexión religiosa con expresiones literarias y musicales de interés. También se organizaban cursos de corte y confección, tejido, lencería y enseñanza primaria destinados a las jóvenes obreras de la zona. Este programa procuraba articular la vida parroquial con la vida barrial.

La iglesia San Juan Evangelista, que funcionaba anexa a la escuelita de 1906, en calle Gorriti, era el centro de casamientos y bautismos, ya entrado el siglo XX. La vieja escuela San Juan Evangelista de La Salle, en 1936 pasó a llamarse Monseñor Juan Agustín Boneo, transformada en colegio de varones y capilla anexa por iniciativa de Monseñor Caggiano, y con la hábil conducción del hoy santo Don Orione. Ocurrçia que en la dçecada del 30 el estado nacional había abandonado la protección económica sobre la enseñanza religiosa, y tuvieron que formarse en la ciudad cooperadoras y centros de damas de beneficencia para sostener la educaciòn confesional.
En la década del 60, se construyó un nuevo templo en calle Gorriti, junto con el colegio Obispo Boneo. El nuevo templo - muy resistido y llamado también San Juan Evangelista - vino a reemplazar el antiguo de os años 30, y hoy en el jardín pueden verse esculturas de Eduardo Barnes. También había una pequeña capilla de los lasallanos, que estaba edificada en Monteagudo y Vèlez Sàsrfield, llamada "el oratorio" y fue demolida en los años 70 (Alli hoy hay una plaza, que en realidad es un terreno del Arzobispado de Rosario). Allí también se efectuaban actos sacramentales.

En los primeros treinta años del siglo XX, las cosas habían cambiado, y una profunda religiosidad estaba en los vecinos del barrio. Hacia los años 20, la Refinería no ocupaba ya el lugar que había tenido en la conformación del barrio, y la gran fábrica disputaba los obreros al ferrocarril y el “cuentapropismo”, como le llamamos hoy. Pequeños talleres eran frecuentes, y por lo tanto un arraigo logrado a costa de esfuerzos considerables.
Con la estabilidad social -sea a la fuerza, o por la persuasión laboral - las nuevas leyes y sobre todo con el afincamiento, la iglesia pudo “conquistar los corazones” de los vecinos.

Éstos, en su gran mayoría, italianos y españoles, sospechamos, nunca habían dejado de ser católicos… (pero también los austríacos, griegos y lituanos a veces lo eran). Y sobre todo comienza un gran protagonismo de la mujer en el hogar, y se ha empezado a constituir una clase media importante.
Pero no fue hasta que quedó pacificada la población, que la religión católica pudo establecerse de manera firme y representativa. Ya no había anarquistas ni marxistas, y sus acciones de resistencia social las reemplazaba de forma mucho màs pràctica y eficaz la vecinal, el sindicato o el club. Pero en los comienzos, la religiòn catòlica debio luchar para imponerse como factor social.
Es que el hambre, el "segundo templo" que era la fabrica, y el escuadrón policial, estaban antes que los rezos y las procesiones, que no resolvìan la pobreza y la miseria.
Tal vez por eso la resistencia inicial.

Fuentes:
Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Alvarez, Juan. Historia de Rosario. 2000. UNR Editora.

Documentos del museo.
Informaciçon sobre el Colegio Boneo:
http://www3.hcdn.gov.ar/folio-cgi-bin/om_isapi.dll?clientID=314412923&advquery=4014-S-06&headingswithhits=on&hitsperheading=on&infobase=dae.nfo&record={7C70}&recordswithhits=on&softpage=Document42

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